martes, 8 de marzo de 2011

Cómo interactúa el símbolo en la disonancia cognitiva

Cuando hablamos de la disonancia cognitiva podemos remitirnos, en términos vulgares, al “ruido” que nos causan determinadas acciones que realizamos. Pero no sólo queda en eso, pues hay que modificar nuestras conductas o actitudes para poder reducir ese “ruido”. Ejemplos claros de lo anterior, cuando repruebas un examen y dices: “No importa, los demás también reprobaron”. Podríamos inferir que de cierta manera esto es una clase de cinismo, pero no funciona precisamente así.

Ahora, el interaccionismo simbólico, esta teoría con la que frecuentemente interactuamos desde que nacemos, corresponde al significado que otorgamos tanto a las personas u objetos, e incluso a nosotros mismos, pero claro, es construido socialmente. Hacer énfasis en esta teoría en particular es importante, puesto que prácticamente las personas van a crear nuestro , es decir, nuestra imagen a través de los ojos de otros.

Pero dejémonos de tanta definición, iré al grano. ¿Cómo relacionar estas dos teorías? Fácil (desde mi punto de vista), las dos son teorías relacionadas con la conducta y actitud, y con la sociedad en su defecto. Por tanto, si tenemos una interacción constante con la sociedad que rechaza ciertas posturas personales, entonces entramos en una disonancia cognitiva, de la cual rechazaremos a aquella sociedad que nos “margina” para así poder reducir la inconsistencia. Es medio confuso, pero utilizaré un ejemplo fácil de explicar. Cuando tenemos cierta habilidad en un juego, por ejemplo, fútbol, pero nos llama la atención practicar algún otro deporte como la natación (símbolo), el cual creemos es un deporte que tiene grandes atletas (significado), entonces descubrimos que somos pésimos en éste, y en consecuencia todos nos hacen de menos por ser malos, le asignaremos un nuevo significado a la natación y simultáneamente también estamos reduciendo la inconsistencia. Ahí va para que sea más claro: Creamos un nuevo significado que al mismo tiempo funciona como reductor de la disonancia. Queda algo así como: “La natación es un deporte pésimo (nuevo significado), el fútbol requiere más esfuerzo físico, así que eso me sigue haciendo un gran atleta”.

Aunque hay muchos más ejemplos para relacionar las dos teorías creo que ese es el más común y corriente que podemos encontrar. En si hablar de disonancia cognitiva implica el interaccionismo simbólico, van no sólo de la mano, si no a la par. Una es la consecuencia de otra y viceversa. La construcción social que se hace de algo crea la disonancia, a la cual tenemos que asignar un nuevo significado para reducirla. Y bien, igual podemos asignar significados usando el pensamiento, la racionalidad, pero creo que, gracias a que el se superpone al yo, es una labor muy difícil de concretar.

David Kakashi

viernes, 4 de marzo de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

La creencia como construcción

A pesar de que nos podemos considerar "ateos" de algún modo, es dificil encontrar una respuesta a la creación del universo. Kant alguna vez dijo:

"Todo intento tanto científico como religioso de definir la realidad no es sino una mera hipótesis"


Lo anterior quiere decir que es prácticamente imposible definir lo que conocemos como realidad. Los más grandes filósofos han tratado de hacerlo. Y no sólo con el concepto de "realidad", también con la concepción de la razón de la existencia humana. Pero siendo, por decirlo de algún modo, sinceros, la definición que tenemos de la realidad entra en un contexto socialmente construido.

Mi intención no es indagar en ese punto. En realidad lo que quiero es invitar al lector a reflexionar acerca de lo aquí escrito. Por años los más grandes filósofos han intentado darle una explicación (como ya había mencionado) al mundo. Pero la creación del universo va más allá de cualquier teoría idealista. La complejidad del universo es tan grande que hace falta una mente "divina" para explicarla.

Por más intelectuales que seamos, por más que hayamos leído a los más grandes autores de la historia, hay algo que es "humanamente" imposible, y es encontrar una definición de nuestra existencia como tal. Pero yo tengo un "supuesto" para la vida: La vida no es más que una construcción social. Estamos programados (por así decirlo) con ayuda de la moral y la ética, y de lo que nos rodea, para llevar la vida como ovejitas.

Es medio confuso lo que quiero dar a entender, creo que ni yo me entiendo, pero así es de compleja no sólo la filosofía, sino el universo entero. Explicarlo es una labor que está fuera de nuestro alcance. Pero de cierto modo es algo "bonito" pensar en "teorías" de la creación de nuestro mundo. Lo dejo a su criterio.

David Kakashi.